viernes, 29 de mayo de 2009
A mí no me parece mal que sean restringidos, sí que sean secretos...
jueves, 28 de mayo de 2009
Pero tampoco está bien tener documentos restringidos ¿no?
martes, 26 de mayo de 2009
Hay una web con críticas y documentos restringidos del Opus. Me parece un abuso. ¿Por qué no se pone una demanda?
¿Por qué no se demanda? Supongo que las autoridades de la Prelatura lo habrán demandado pero estas cosas son muy lentas. Además, la legislación en estas cuestiones todavía es escasa y, por el momento, hay que fiarse más de la buena fe de quien cuelga contenidos en internet que de otras cosas.
miércoles, 20 de mayo de 2009
Tengo un amigo numerario que me ha dicho que se va al centro de estudios ¿qué es?
martes, 5 de mayo de 2009
¿Sabes lo qué dijo realmente el Papa?
(Ah, y contextualizo: un periodista, a bordo del avión en el viaje a Camerún, le preguntó a Benedicto XVI sobre el Sida en África, diciéndole que "la postura de la Iglesia católica sobre el modo de luchar contra el Sida es considerada a menudo no realista ni eficaz". A esta afirmación el Papa respondió textualmente de esta manera)
"Yo diría lo contrario: pienso que la realidad más eficiente, más presente en el frente de la lucha contra el Sida es precisamente la Iglesia católica, con sus movimientos, con sus diversas realidades. Pienso en la comunidad de San Egidio que hace tanto, visible e invisiblemente, en la lucha contra el Sida, en los Camilos, en todas las monjas que están a disposición de los enfermos... Diría que no se puede superar el problema del Sida sólo con eslóganes publicitarios. Si no está el alma, si no se ayuda a los africanos, no se puede solucionar este flagelo sólo distribuyendo profilácticos: al contrario, existe el riesgo de aumentar el problema. La solución puede encontrarse sólo en un doble empeño: el primero, una humanización de la sexualidad, es decir, una renovación espiritual y humana que traiga consigo una nueva forma de comportarse uno con el otro, y segundo, una verdadera amistad también y sobre todo hacia las personas que sufren, la disponibilidad incluso con sacrificios, con renuncias personales, a estar con los que sufren. Y estos son factores que ayudan y que traen progresos visibles. Por tanto, diría, esta doble fuerza nuestra de renovar al hombre interiormente, de dar fuerza espiritual y humana para un comportamiento justo hacia el propio cuerpo y hacia el prójimo, y esta capacidad de sufrir con los que sufren, de permanecer en los momentos de prueba. Me parece que ésta es la respuesta correcta, y que la Iglesia hace esto y ofrece así una contribución grandísima e importante. Agradecemos a todos los que lo hacen".
Así se escribe la historia