Por partes; en primer lugar, la actitud del Opus Dei hacia las personas que se han ido es, sobre todo, agradecimiento por el tiempo -días, meses o años- que han sacado adelante con su oración y su trabajo esta institución de la Iglesia (en el Cielo se lo encontrarán multiplicado).
Como dije en otra entrada estas personas suelen seguir en contacto con el Opus Dei, asistiendo a medios de formación, aunque, en la mayoría de los casos no en el centro en el que estuvieron viviendo o yendo durante el tiempo que fueron del Opus Dei. La razón, creo que es de bastante lógica: por ellas y por el resto de las personas del centro es mejor que, al principio, haya cierta "desconexión" que facilite no seguir con unos lazos que se ha visto mejor tener de otra manera. No todo sigue igual internamente y si siguiera igual "externamente" se podría hacer sufrir a las personas, principalmente a las que han dejado de ser del Opus Dei.
Tengo una amiga que se ha separado recientemente, todo de muy buen rollo, y de común acuerdo con su marido llevan unos meses coincidiendo poco y, desde luego, no en su casa. Los seres humanos somos así.
2 comentarios:
He venido dando saltos de un sitio a otro y he aterrizado aquí.
Mola tu blog.
A lo mejor yo también te hago preguntas (Jua!)
Gracias Altea, tu blog si que es chulo. Si, pregunta, pregunta.
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